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  • Foto del escritorRocio Herrero

El desarrollo del lenguaje

Los seres humanos nacemos con la facultad del lenguaje genéticamente determinada. Por ello, para entender el desarrollo del lenguaje nos apoyamos en la teoría innatista, que sostiene que el contacto con una lengua, hace de chispa que desencadena un proceso de adquisición.


La adquisición de la lengua materna tiene diversas etapas:

  • El periodo prelingüístico, anterior a la emisión de palabras:

Al nacer, los bebés ya son capaces de distinguir la melodía de su lengua materna de la de otras lenguas ya que, la lengua de su madre, se propaga por el cuerpo y es audible desde el útero. Ya son capaces de diferenciar los contrastes fonéticos propios de las lenguas naturales y entre los ocho y diez meses su percepción auditiva ya alcanza la madurez para el habla.


  • El periodo lingüístico:

- Etapa holofrástica, entre 10-12 meses. Pasamos de los sonidos a las primeras palabras.

En un momento determinado, el niño relaciona cierta secuencia de sonidos a un amplio conjunto de situaciones comunicativas, una sola emisión combina lo que en habla adulta serían frases completas. Lo importante es que esa emisión ya tiene un valor simbólico.


- La etapa telegráfica, entre 18-24 meses.

Crecimiento de marcas gramaticales; las primeras locuciones de dos palabras reflejan localización, petición y la inexistencia. Y más tarde se reflejan las nociones como pueden ser; agente + acción, posesor + poseído , objeto localizado + localización.


- De los 2 a los 3 años.

Tiene lugar una explosión léxica; el vocabulario activo y el pasivo se incrementa a un ritmo vertiginoso. Aparecen también los marcadores gramaticales, el género y número, la primera y las terceras personas, el presente, el imperativo, los diminutivos y las hiperregularizaciones. Y muy pronto, las primeras estructuras oracionales bimembres se van extendiendo, tanto en el sintagma, como sobre todo en la oración. Y aparecen las palabras funcionales: conjunciones, artículos, cuantificadores, predominando la yuxtaposición.


- A partir de los 3 años.

A las yuxtaposiciones anteriores se unen las coordinaciones copulativas y las subordinadas más simples y posteriormente las más complejas. En este momento, el niño necesita echar mano de otros mecanismos, más allá de los morfológicos: la referencia y la cohesión. Hasta los 7 años se completa el desarrollo fonológico y gramatical y a partir de esa edad se empiezan a dominar los distintos registros.


  • El desarrollo de los mecanismos comunicativos y del vocabulario

Evolución del proceso comunicativo: en los primeros dos meses se trata esencialmente de una expresión refleja, “automatizada”. Progresivamente, la comunicación se va haciendo dirigida, deja de estar condicionada por la satisfacción o evitación de unas necesidades y pasa a ser más libre, a expresar estados de ánimo, a querer manifestar relaciones afectivas. Del mismo modo, se van introduciendo paulatinamente nuevos mecanismos comunicativos, incluyendo las emisiones vocálicas.


Los mecanismos o nuevas funciones comunicativas evolucionan también en dos etapas:


+ Lenguaje egocéntrico: El niño no se ocupa de saber a quién habla ni si es escuchado. Solo habla de sí mismo, porque no trata de ponerse en el punto de vista de su interlocutor. 


1) Repetición o Escolanía: el niño repite sílabas o palabras que ha escuchado aunque no tengan gran sentido para él, las repite por el placer de hablar, sin preocuparse por dirigirlas a alguien. Desde el punto de vista social, la imitación parece ser una confusión entre el yo y el no-yo, de tal manera que el niño imita sin saber que está imitando.


2) El monólogo: el niño habla para sí, como si pensase en voz alta. No se dirige a nadie, por lo que las palabras carecen de función social, sólo sirven para acompañar o reemplazar la acción.


3) Monólogo en pareja o colectivo: cada niño asocia al otro su acción, pero sin preocuparse por ser oído o comprendido realmente. El punto de vista del interlocutor es irrelevante; el interlocutor sólo funciona como incitante, ya que se suma al placer de hablar por hablar el de monologar ante otros. Se supone que en el monólogo colectivo todo el mundo escucha, pero las frases dichas son sólo expresiones en voz alta del pensamiento de los integrantes del grupo, sin ambiciones de intentar comunicar nada a nadie.


+ Lenguaje socializado:


1) La información adaptada: el niño busca comunicar realmente su pensamiento, informando al interlocutor de algo que le pueda interesar y que influya en su conducta, lo que puede llevar al intercambio, la discusión o la colaboración. La información está dirigida a un interlocutor en particular, el cual no puede ser intercambiable con el primero que llega, si el interlocutor no comprende, el niño insiste hasta que logra ser entendido.

2) La crítica y la burla: observaciones sobre el trabajo o la conducta de los demás, específicas con respecto a un interlocutor, que tienen como fin afirmar la superioridad del yo frente al otro, su función más que comunicar el pensamiento es satisfacer necesidades no intelectuales, como la combatividad o el amor propio. Contienen por lo general, juicios de valor subjetivos.


3) Las órdenes, ruegos y amenazas: el lenguaje del niño tiene, principalmente, un fin lúdico. Por lo tanto, el intercambio intelectual representado en la información adaptada es mínimo y el resto del lenguaje socializado se ocupa, principalmente, en esta categoría. Si bien las órdenes y amenazas son fáciles de reconocer, es relevante hacer algunas distinciones. Se les denomina ruegos a todos los pedidos hechos en forma no interrogativa, dejando los pedidos hechos en forma interrogativa en la categoría preguntas.

4) Las preguntas: la mayoría de las preguntas de niño a niño piden una respuesta, así que se pueden considerar dentro del lenguaje socializado. Hay que tener cuidado con aquellas preguntas que no exigen una respuesta del otro, ya que el niño se le da solo, estas preguntas constituyen monólogo.


5) Las respuestas: son las respuestas dadas a las preguntas propiamente dichas y a las órdenes, y no las respuestas dadas a lo largo de los diálogos, que corresponden a la categoría de información adaptada. Las respuestas no forman parte del lenguaje espontáneo del niño: bastaría que los compañeros o adultos hicieran más preguntas para que el niño respondiera más, elevando el porcentaje del lenguaje socializado.

En conclusión, el lenguaje egocéntrico va disminuyendo con la edad. Hasta la edad de 7 años, los niños piensan y actúan de un modo más egocéntrico que los adultos. El porcentaje del lenguaje egocéntrico depende de la actividad del niño como de su medio ambiente, irá disminuyendo cuando coopere con otros y el adulto intervenga exigiendo el diálogo.

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